Microbiota y red microbiológica
Nuestro intestino contiene neuronas y se conecta con el sistema nervioso central configurando el denominado “eje neuroentérico”. Es decir, que cuando estamos con estrés o alguna situación compleja de la vida, nuestro intestino se altera. Y viceversa. Cuando nuestro sistema digestivo se encuentra desrregulado nuestros estados de ánimo también se ven afectados. ¿Le ha pasado? Por ello, si está cursando algún trastorno del ánimo, comience por tratar su intestino y cambiar su alimentación.
En el mundo intestinal aproximadamente hay 100.000.000.000.000 de bacterias, o sea, existen 10 a 100 veces más bacterias que células propias en el cuerpo. Somos un 90% de microbios y un 10% de células. Le debemos nuestra vida a las bacterias. Existen más de 12,000 especies de bacterias que, para una persona de 75 años, habrán digerido más de 30 toneladas de alimentos e ingerido cerca de 50.000 litros de líquido. Un adulto lleva consigo un promedio de 3 kilos de bacterias en el cuerpo.
Se le llama microbiota intestinal al ecosistema microbiano que convive en el sistema digestivo y se denomina red microbiológica a la conexión de esta microbiota intestinal tiene con el resto de los microbiomas del cuerpo. Por todos lados tenemos microbiota en el intestino, en la boca, la vagina y en la piel, entre otras.
Natural y Oportunista
Existen microorganismos tanto benéficos o naturales como oportunistas o perjudiciales. Aquellos benéficos son los que cumplen un rol de cuidado y estabilidad de los sistemas y, tal como dice su nombre, benefician al organismo manteniendo el equilibrio. Las bacterias oportunistas o saprofitas son aquellas que colaboran con las benéficas en digerir y descomponer alimentos o se desarrollan a partir de tejidos muertos o descompuestos y también equilibran el sistema. Sin embargo, a causa de alguna baja en las defensas, de cambios alimentarios y/o consumo de algunos medicamentos, aumentan en numero y se apropian del territorio generando caries, ulceras, aumento de permeabilidad capilar, inflamación, etc. Algunas bacterias, según las condiciones, pueden ser tanto benéficas como perjudiciales, es decir, que en cierto numero y en un entorno regulado son “buenitas” y en un entorno no regulado son “malitas”.
Debemos ser muy conscientes al utilizar antibióticos pues estos eliminan las bacterias patógenas, pero también las naturales benéficas entregando territorio. Similar cosas con el uso de los antiinflamatorios y anti ácidos que cambian en medio ambiente en donde se viven y se desarrollan nuestras bacterias guardianas.
No existe ninguna especialidad médica que no se beneficie de la microbiota intestinal: oncología, dermatología, pediatría, neumología, medicina estética, etc. Una de las cosas que más reduce la obesidad, es una microbiota sana y bien cuidada.
Se dice que la mitocondria (organelo ubicado al interior de la célula a cargo de generar energía) fue una bacteria que perdió la cola. Esto porque la mitocondria es igual en su composición a una bacteria siendo el único organelo intracelular que tiene ADN y que solo se transmite por línea materna heredada. Es decir, sólo la mujer aporta la mitocondria por lo que nuestra madre es la encargada de brindarnos la energía.
La interacción que tienen las bacterias fermentativas con las microvellosidades intestinales es muy estrecha. Forman una alfombra sobre las vellosidades intestinales ocupando todos espacios ecológicos de manera tan hacinadas que hacen las veces de filtro. dejando pasar solo sustancias favorables al organismo e interactuando con las sustancias malas eliminándolas del cuerpo.
Flora Perjudicial
La flora perjudicial produce toxinas, carcinógenos potenciales, putrefacción intestinal. Están relacionadas con las alteraciones del sistema neuroentérico, las alteraciones de la motilidad intestinal, la diarrea, constipación y generan infecciones. Son proinflamatorias pues inducen procesos inflamatorios activando células del sistema inmune ( citoquinas) que se encuentran relacionada con esto fenómenos. Así también aumentan la permeabilidad capilar del intestino permitiendo el paso de moléculas de mayor peso que una vez en el torrente sanguíneo son las responsables de múltiples enfermedades en todo el organismo. Así, son las responsables del llamado síndrome de permeabilidad intestinal anormal. Se distingue entre estas: Clostridium, estafilococo, vibriónaceas, pseudomona aeruginosa. Existen algunas E. Coli enteropatógenas y otras que son probióticas. Anaerobios gram (+), Eubacterium, Bacteroides. Las amebas y los parásitos también son generadoras de estados inflamatorios intestinales.
Flora Benéfica
La flora benéfica tiene acciones de inhibición de bacterias perjudiciales, estimula el sistema inmune, auxilia a la digestión y a la absorción de nutrientes y produce síntesis de vitaminas. Controlan los microoganismos patógenos, los procesos inflamatorios inhibiendo aquellas mediadores de la inflamación y el aumento de la permeabilidad intestinal. Las más importantes son las Bifidobacterias y los Lactobacilos.
Probióticos
Los probióticos son colonias de bacterias benéficas que colaboran a revertir los cambios en la microbiota intestinal, particularmente cuando hay consumo frecuente de medicamentos, una dieta rica en carbohidratos o estrés físico – sicológico prolongado o no manejado adecuadamente. Los probióticos frecuentemente disponibles contienen especies de lactobacilos Casei subespecies rhamnosus que inhiben la adherencia de tres patógenos en especial: E. Coli enteropatogénica, E. Coli enterotoxigénica y Klebsiella Pneumoniae. Entre más probióticos consuma se va a inhibir la adherencia de estos patógenos así como a disminuir la posibilidad de una infección intestinal.
Las cepas de lactobacilos previenen la permeabilidad intestinal aumentada, incrementan la cantidad de mucina ( moco intestinal), reducen el sobrecrecimiento bacteriano, estimulan la generación de antioxidantes. Esto es clave. Los médicos que trabajan en estética deberían usar mucho los probióticos y también en las personas con síndrome metabólico. Toda persona con obesidad y resistencia a la insulina debería tomarlos. La microbiota intestinal es capaz de mejorar la resistencia a la insulina.
Existe un “probiótico” que es indicado como tal, que tiene Sacaromices, pero no tiene ni bifidobacterias ni lactobacilos. Es bueno, pero es una levadura, no es un verdadero probiótico y es en cierta forma un engaño que lo promocionen o indiquen como probiótico. Es importante que sepamos que debe contener un probiótico para que sea bueno
Prebióticos
Los prebióticos son una suerte de fertilizantes, generalmente celulosas, que preparan el terreno y mejoran el entorno para que las bacterias se asienten. Son los nutrientes que necesitan las bacterias para poder proliferar. Tienen gran contenido de inulina que es extraída de la achicoria. La inulina ayuda a incrementar las bifidobacterias y bacteroides e incrementa 10 veces más la cantidad de bifidobacterias a nivel intestinal.
La inulina favorece la producción de ácidos de cadena corta a nivel intestinal que son esenciales para mantener la flora benéfica y ayudar al buen funcionamiento de los enterocitos o células intestinales. Plantas que contienen inulina son la alcachofa, los espárragos, las semillas de girasol, las nueces y el diente de león entre muchas otras.
Ayudan a reducir los niveles de azúcar y grasas en la sangre por lo que los prebióticos son muy útiles en personas hiperglicemicos y con el colesterol elevado. Los prebióticos también ayudan a mejorar el peristaltismo intestinal en personas con estreñimiento.